Y nos vamos a la feria

15 agosto 2023

La faena más bonita de la tarde del lunes de feria la cuajó Emilio de Justo, quien salió por la puerta grande de La Malagueta tras cortarle otros dos trofeos al segundo de su lote de Domingo Hernández. Los toros no ayudaron. Algunos muy complicados desarrollaron mucho peligro. Tanto es así que Miguel Ángel Perera se fue de vacío, aunque se llevó el aplauso del público, y Ginés Marín consiguió una oreja al tercero de la terna de Garcigrande.

Perera se empleó a fondo con el primero que abrió plaza. Un toro sin ligazón con peligro. Cada muletazo era un mundo. Tras la segunda estocada recibió el aplauso del público. El cuarto toro de Hernández se picó bien y los banderilleros salieron airosos de una suerte que casi resulta accidentada. El matador empezó la faena con unos estatuarios que cortaron la respiración. Lo que parecía que podía ser no sucedió. Una buena estocada le valió de nuevo el aplauso y saludo.

Emilio de Justo sí hizo faena al segundo pese a dar este una voltereta atroz sin demasiadas consecuencias. Aquí Ginés Marín aprovechó sus ansias y toreó lento muy lento con el capote. Pero el toro era para De Justo, quien con la muleta dejó constancia de su clase y torería. Fue una faena fugaz porque el toro en seguida lo enganchó. Un susto del que consiguió reponerse y volver a torear con desmayo. Petición mayoritaria de la oreja concedida y aplausos para el toro de Hernández. Emilio brindó al público el quinto, cayendo la montera contraria a la suerte. Sin embargo, flexionó la rodilla y ligó pases con la muleta. Volvió a surgir la faena. Toreó de nuevo muy desmayado. Dos orejas.

Ginés Marín brindó al público un toro a penas picado que desarrolló mucho peligro. Por la mano derecha entraba mejor. El diestro se expuso al límite y tras una estocada limpia que tardó poco en hacer efecto consiguió su oreja. El sexto, un toro de 611 kilos, no quiso la muleta y anduvo hasta para atrás. Aún así Ginés pudo lucirse con el capote y con la muleta logró extraer algún pase de gran belleza. A la tercera la estocada fue la vencida.