Roca Rey, el mandón del toreo, conquista La Malagueta

18 de agosto de 2022

Fue una tarde para la historia. De esas muy necesarias para prender la llama de la afición entre el público más joven y revitalizar al resto. Lo pudimos comprobar cuando Andrés Roca Rey, después de más de 3 horas de Corrida Picassiana, fue sacado a hombros por la puerta grande, rodeado de chicos y chicas, en su paseo triunfal en volandas. Magnífico síntoma. El torero más importante del momento había conquistado La Malagueta con una actuación estratosférica en la que exhibió una dimensión sideral y demostró que, a día de hoy, está a años luz del resto del escalafón. Ya se había apuntado un primer tanto al colocar el cartel de ‘No hay billetes’ en las taquillas del coso del Paseo de Reding. Y entre las más de 9.000 personas apretujadas en los tendidos, lo dicho, mucha chavalería.

El encierro de Daniel Ruiz, de buenas hechuras y considerable arboladura, ofreció un destacado juego en conjunto. Sobre todo ‘Juguetón’, un colorado agresivo de pitones muy bravo, que fue premiado con la vuelta al ruedo. Fue el primero del lote de Roca Rey. De sobra son conocidos el valor, la capacidad técnica y la inteligencia del peruano, siempre al servicio de actuaciones arrolladoras. En esa ocasión, su triunfo aplastante se sustentó sobre todo en un toreo grandioso porque los naturales, de largo trazo y mano baja, fueron infinitos y muy lentos. ¡Y aquello fue la locura! Alucinante el dominio de las distancias, las alturas y los tiempos para cuajar una faena compacta de principio a fin, muy ligada, en la que además logró también templar el molesto viento. Nunca un paso atrás o una rectificación. Todo a milímetros de los pitones. Las bernardinas finales y el espadazo en todo lo alto le reportaron dos rotundas orejas con sabor a rabo.

También fue de nota el segundo de su lote. En este sí se pudo lucir con el capote y comenzó la faena de muleta de hinojos para completar una serie inicial con increíble temple. Completó un nuevo trasteo de altos vuelos culminado entre los pitones y pasándose las embestidas por lugares inverosímiles. Una media estocada baja redujo el premio a una oreja. A Roca Rey se le veía feliz porque ya es el nuevo consentido de la afición malagueña. El año que viene recogerá en el ruedo, vestido de luces, como corresponde; los premios Estoque de Plata y Capote de Paseo que se fallarán a su favor.

Una oreja con fuerte petición de la segunda cortó un entonado Cayetano. El ‘rondeño’ tiró de raza por momentos y dejó algunos pasajes de calidad con capote y muleta en trasteos con intermitencias. Pablo Aguado sigue sin tener suerte en Málaga o, mejor dicho, no es capaz de buscarla. Las acciones del artista sevillano continúan cotizando a la baja y eso es mala noticia.

TARDES PARA EL OLVIDO

Menos mal que la Picassiana salvó a lo grande una feria que nos había dejado otros dos festejos anteriores para el olvido. Una mala corrida de Núñez del Cuvillo, de presentación y de juego, desesperó al respetable que casi llenó la plaza. Todo se despeñó desde el primer instante porque el palco mantuvo al primero de Morante de la Puebla, un toro desfondado, por exagerado exceso de romana, que claudicó con estridencia antes del tercio de banderillas. Y, claro está, no pasó nada. Tampoco en el segundo. El líder del escalafón abrevió sin más y eso enfadó al público. La bronca arreció porque tuvo el feo gesto de provocar llevándose su mano derecha a la oreja, al más puro estilo de las celebraciones de CR7 en el Nou Camp. De todas formas, a Morante se le ve atorado en ese reto de superar el centenar de corridas, algo a ‘contraestilo’ para un artista consumado. Lo exquisito jamás se puede disfrutar a granel.

Qué mal rato nos llevamos con Fortes y qué mala suerte tiene este torero. Una vez más cogido en imagen cargada de dramatismo porque cayó inerte sobre el albero. Se la jugó pese al viento porque el malagueño no sabe mentir en la cara del toro. Sus faenas siempre se viven en tensión. La evolución de su traumatismo craneoencefálico es favorable. Alejandro Talavante sigue lejos de su mejor nivel en esta temporada del reencuentro que está resultando decepcionante en líneas generales.

El Desafío Ganadero entre Fuente Ymbro y Pallarés resultó ser un fiasco. Lo único destacado, la clase y la torería del nuevo Ángel Téllez. Su mano izquierda tiene muchos quilates. Daniel Luque, un torero en racha, se estrelló contra un muro y eso lo dice todo de esta corrida. Tampoco tuvo opciones Paco Ureña.

HERMOSO Y FERRER MARTÍN, A HOMBROS

Guillermo Hermoso de Mendoza y el malagueño Ferrer Martín salieron a hombros en la corrida de rejones con toros de Benítez Cubero y Pallarés. Lea Vicens se fue de vacío. El joven navarro volvió a demostrar su excelente momento con su sensacional cuadra, mientras que el jinete de la Axarquía causó sensación al tirar de garra y de oficio para competir de tú a tú con las figuras.

La novillada picada fue de Reservatauro, del matador de toros rondeño Rafael Tejada. Un encierro muy bien presentado y que ofreció muchas posibilidades, pese a su flojedad. Destacó el excelente quinto, que no fue aprovechado por Pablo Páez. Tampoco fue la tarde de Jesús Romero, el ganador del anterior Certamen Internacional de Escuelas Taurinas de La Malagueta. El triunfador fue, un año más, José Antonio Lavado. El de Benamocarra actuó con una herida reciente todavía fresca. Cortó una oreja que pudieron ser más. Está maduro y cuajado para afrontar metas mayores.

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